El pimiento es una hortaliza que podremos encontrar durante todo el año. Sin embargo, la temporada óptima para su consumo es el verano, de junio a septiembre. Durante esos meses será cuando lo encontraremos con más sabor y barato.

Para conservar los pimientos en las mejores condiciones posibles lo ideal es guardarlos en el frigorífico dentro de un envase de plástico perforado, así pueden llegar a conservarse hasta 15 días. Otra opción es congelarlos, para lo cual será necesario aplicarles la técnica de escaldado primero.

diferentes pimientos

Propiedades nutricionales y beneficios para la salud del pimiento.

El pimiento es, sin lugar a dudas, todo un peso pesado de entre los alimentos más sanos de nuestra huerta. Los pimientos están completamente cargados de nutrientes esenciales para tu buena alimentación, pero además incluyen una serie de elementos especialmente beneficiosos para la salud. A continuación vamos a ver una lista de estos nutrientes, solo los más importantes, ya que cada día se descubren nuevas propiedades beneficiosas del pimiento. También veremos de qué forma estos nutrientes te ayudan a cuidar tu salud.

Entre la composición nutricional del pimiento destacan su alto contenido en agua y su aporte de hidratos de carbono. Por ello, el pimiento es un alimento muy recomendado para dar sabor a tus platos si estás cuidando tu peso. Con alrededor de 20 calorías por cada 100 g el pimiento suele incluirse en la mayoría de las dietas de adelgazamiento.
Contiene muchos minerales esenciales: potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro… El potasio en particular está relacionado con la capacidad diurética del pimiento, que te ayuda a eliminar toxinas del organismo provocando un efecto depurativo.
El pimiento es fuente natural de fibra, por lo que cuando lo comes obtienes una mayor sensación de saciedad. Además, esta fibra ayuda a regular el funcionamiento de tus intestinos y a mantener sus bacterias naturales, lo que se traduce en una mejora de todo el proceso digestivo y de absorción de nutrientes.
Es una de las mejores fuentes de vitamina C. Así, un consumo habitual de pimiento ayuda a reforzar las defensas del organismo contra posibles infecciones. Por otra parte, esta vitamina C interviene en la absorción del hierro, elemento fundamental para el transporte de oxígeno por todo el cuerpo a través de la sangre, y para evitar anemias. Por último, este alimento es también un potente antioxidante que protege del envejecimiento, potencia la producción de colágeno y fortalece el sistema inmunitario.
Las propiedades del pimiento verde, del pimiento rojo o del pimiento amarillo son bastante similares, si bien es cierto que las variedades rojas y amarillas contienen mayor cantidad de estos pigmentos.
Es fuente de vitamina E, gran antioxidante que previene el deterioro celular, sobre todo en el sistema cardiovascular y en los músculos. También ayuda al correcto funcionamiento de la retina y de la visión en general y a la coagulación de la sangre.
Contiene varias vitaminas del grupo B, principalmente la B6, pero también B1, B2, B3 o B5. Esta vitamina B6 ayuda a mejorar el rendimiento energético de tus músculos, a cuidar la salud de tu piel e interviene en el buen mantenimiento de tu sistema nervioso.
Aporta ácido fólico (vitamina B9) que interviene en la síntesis de proteínas y en la producción de glóbulos rojos y de ADN. Fundamental para que tu piel, tu pelo y tus uñas estén sanos.
El pimiento contiene salicilatos, uno de los principios activos de la aspirina, por lo que los pimientos tienen efectos analgésicos y antiinflamatorios naturales. Por ello, los pimientos pueden ayudar a mitigar el dolor reumático y articular.
La capsaicina, responsable del sabor picante de algunos pimientos, es un poderoso antibiótico natural y también funciona como analgésico. Además, lejos de ser perjudiciales para el estómago, el consumo de pimientos favorece los procesos digestivos.

Los pimientos en la cocina

Los pimientos se emplean de tantas formas en la cocina y se pueden añadir a tantos platos, que podemos considerarlos como uno de esos alimentos comodín, que funcionan como un condimento más de uso diario adecuado a casi cualquier receta.

Imagínate una sabrosa escalivada a base de berenjenas, cebollas, tomates y pimientos. O unos pimientos rellenos de bacalao y gambas. O una original receta de salmorejo en la que incorporemos unos pimientos asados a la receta tradicional, para darle ese toque dulzón y de aroma a fuego que tienen los pimientos cuando los pasas por el horno. Incluso puedes, si no comes carne, picar un poco de pimiento rojo asado para decorar el plato y darle un contrapunto de color, a modo de sustituto de las tradicionales virutas de jamón.

Como ves, las opciones de los pimientos en la cocina son interminables y siempre ricas. Y como hemos visto ya, también son muy saludables y nutritivas.

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