Tarta Pavlova

6 claras de huevo a temperatura ambiente

300 gramos de azúcar

1 pizca de sal

2 cucharaditas de Maizena

1 cucharadita de vinagre

1/2 cucharadita de Cremor Tártaro o 1 cucharadita de zumo de limón

Unas gotas de esencia de vainilla

Esta tarta hay que prepararla de víspera ya que tiene que «descansar» en el horno apagado durante una noche

Preparamos un merengue francés.

En el bol de la batidora añadimos las claras de huevo, el cremor tártaro y la pizca de sal, empezamos a montar y cuando ya haya cogido cuerpo vamos añadiendo el azúcar poco a poco y seguimos batiendo a velocidad media alta.

Cuando el merengue esté casi montado añadimos la maizena, el vinagre, unas gotitas de aroma de vainilla y seguimos batiendo hasta que al darle la vuelta al bol el merengue no se despegue.

Forramos una bandeja de horno con papel vegetal en el que habremos hecho un círculo de unos 24 o 26 cm. (lo hacéis con rotulador alimentario o si usáis cualquier lápiz le damos la vuelta al papel).

• Sobre ese círculo extendemos con una espátula una base de merengue, y con el resto del merengue vamos rellenando el exterior del círculo para hacer el “nido” donde luego se alojará el relleno de la tarta Pavlova.

Lo bonito de esta tarta son los picos y las formas del merengue horneado, así que cuando pongáis el merengue alrededor el círculo para formar el nido del relleno, no lo aliséis, es más, hacerle picos y formas con la espátula para que te quede una tarta Pavlova rústica y preciosa

Introducimos en el horno precalentado a 130º durante unos 90 minutos, apagamos y dejamos dentro del horno toda la noche (sin abrir)